¡¡¡QUIERO VIVIR!!! Asociación Católica
EN DEFENSA DE LOS NIÑOS QUE ESTAN POR NACER
YO NO PUEDO DECIDIR POR Mí, PERO TÚ POR MÍ, SÍ.
La preocupación del cristiano en el asunto del aborto es triple: por el bebé, por la madre y por la sociedad.
El hecho de que la palabra "aborto" no aparezca en la Biblia no significa que Dios guardara silencio sobre el verdadero valor de la vida. La pregunta básica que debe ser respondida es si Dios considera al nonato una persona. Si la respuesta es que no, al feto se le puede extirpar como a un apéndice o un tumor indeseable. Si la respuesta es que sí, entonces debemos de tratar al niño que no ha nacido todavía, con todo el amor y el cuidado que Dios exige de nosotros como cristianos, hacia cualquier persona.
Dios consideró a David una persona antes de que naciera, según relata el Salmo 139,13-15:
"Porque tú formaste mis entrañas, tú me tejiste en el seno de mi madre. Te alabaré por el maravilloso modo en que me hiciste. ¡Qué admirables son tus obras! Del todo conoces tú mi alma. No se te ocultaban mis huesos cuando secretamente era formado y en el misterio era plasmado".
La vida humana comienza con la concepción, pues el salmista David utiliza el pronombre personal yo (en varias formas) en los versos bíblicos citados.
Dios le habla más directamente a Jeremías, demostrando que considera al niño en el útero una persona (Jer 1, 4-5):
"Vino pues, la palabra del Señor a mí, diciendo: antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué."
El ser humano en el útero materno es un bebé, (Lc 1, 41-44),
y Pablo escribe en Gál 1, 15: "Pero Dios me escogió desde el vientre de mi madre, y por su mucho amor me llamó".
Proverbios 24, 11,12 son especialmente significativos, pues perfectamente se pueden aplicar a los niños por nacer, a los que no tienen más defensa que nuestra conciencia cristiana.
"Salva a los condenados a muerte; libra del peligro a los que están a punto de morir. Pues aunque afirmes que no lo sabías, Dios, que conoce todos los corazones, conoce el tuyo y sabe que estabas enterado; Él pagará a cada uno según sus obras".
Sobre la matanza de los inocentes
"El Señor aborrece por completo las manos que derraman sangre inocente". (Prov 6, 16-17)
"El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios se ha hecho el hombre." (Gén 9,6)
Ex 20, 13: "
No matarás."
El asesinato es una maldad
según Mt 5,21, Rom1,29; 18,21 y Rev 21,8; 22,15.
La preocupación de Dios por el nonato:
Amós 1,13:
"Han cometido tantas maldades que no dejaré de castigarlos; porque para ensanchar sus tierras abrieron en canal a las mujeres embarazadas de la región de Galaad."
La ley de Dios dada a Moisés específicamente cubre el tema de la vida y el cuerpo del niño no nacido en el caso de daño accidental, ocasionado por los hombres durante un altercado (Ex 21, 22-24).
¿Qué dice Dios sobre los desafortunados que
tienen deformidades, o están enfermos, etc.?
Rom 9,20:
"¿Quién eres tú, para pedirle cuentas a Dios? Dirá el vaso de barro al que lo hizo: ¿Por qué me has hecho así?"
Ef 2,10:
"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas."
Estas citas bíblicas muestran como es que la voluntad de Dios, es aceptar la creación perfecta, por amor y en amor, no hay nada que justifique el aborto, de hecho ni siquiera la malformación corporal.
Desde siempre la Iglesia ha enseñado que el aborto es un pecado contra la Voluntad de Dios.
C.E.C 2271- Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral."
"No matarás al embrión mediante el aborto, no darás muerte al recién nacido. (Didajé, 2, 2; Bernabé, ep. 19, 5; Epístola a Diogneto 5, 5; Tertuliano, apol. 9)."
"Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la excelsa misión de conservar la vida, misión que deben cumplir de modo digno del hombre. Por consiguiente, se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes abominables (GS 51, 3)."
En efecto, la Iglesia católica desde el principio ha enseñado que el 5to Mandamiento prohíbe matar a un inocente. El Didache, el primer catecismo escrito (70AD), especifica el aborto entre los pecados contra el 5to Mandamiento:
«No matarás »: «Dos caminos hay, uno de la vida y otro de la muerte; pero grande es la diferencia que hay entre estos caminos... Segundo mandamiento de la doctrina: No matarás... no matarás al hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al recién nacido... Mas el camino de la muerte es éste:... que no se compadecen del pobre, no sufren por el atribulado, no conocen a su Creador, matadores de sus hijos, corruptores de la imagen de Dios; los que rechazan al necesitado, oprimen al atribulado, abogados de los ricos, jueces injustos de los pobres, pecadores en todo. ¡Ojalá os veáis libres, hijos, de todos estos pecados! ». (Didache 2:1–2 [A.D. 70]).
Desde los tiempos apostólicos la tradición cristiana ha sostenido abrumadoramente que el aborto es gravemente maléfico.
Al carecer de conocimientos modernos de medicina, algunos de los primeros Padres decían que el aborto era homicidio; otros, que era equivalente a homicidio; y varios eruditos teorizaron sobre cuando y como los no nacidos son animados o reciben el alma. Pero ninguno disminuyó el mal específico que es el aborto por ser un ataque a la vida misma, y la Iglesia de los primeros siglos asoció estrechamente el aborto con el infanticidio. En breve, desde el principio, la comunidad creyente cristiana sostuvo que el aborto era un mal grave.
Por supuesto, nosotros sabemos con certeza biológica exactamente cuando comienza la vida humana, por lo que hacer presunción de que si se es persona o no, es cosa de irracionales sin sentido de “ser” por lo que el aborto termina una vida humana no nacida y en desarrollo. Siempre es un mal grave, como lo son las evasiones que se emplean para tratar de justificarlo.
El deber de la Iglesia y otras comunidades religiosas es dar testimonio moral. El deber del Estado y sus funcionarios es servir al bien común, el cual siempre esta enraizado en la verdad moral. Un entendimiento apropiado de la "separación de la Iglesia y el Estado" no implica separar la fe de la vida política. Pero, por supuesto, siempre es importante saber lo que nuestra fe realmente enseña.
Así pues es necesario que defendamos la vida y que seamos la voz de los que no tienen voz.
Para más información sobre todo lo que hacemos en nuestra asociación: proyectoquierovivir@hotmail.com
Así como en los teléfonos: 93 672 31 80- 93 5922551. Agradecemos su oración, su tiempo y su aportación económica para sostenimiento de la asociación, gastos de impresión, ayuda a las madres en peligro de abortar, y todas las actividades que promueve este movimiento en defensa de la vida humana desde sus inicios. Los donativos pueden hacerse efectivos en la c.c. de La Caixa, nº2100-4809-37-2100324702
DIOS TE BENDIGA.
CORONITA DE LA ESPERANZA
PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIAORACION:
Padre Eterno, te suplicamos, por medio del Niño Dios que se encarnó por obra del Espíritu Santo y pasó nueve meses en el seno maternal de María Santísima, mires con misericordia a todos los niños no nacidos y a los que se están gestando en el vientre de sus madres. Cuida y ampara a todas las madres para que, sintiéndose cuidadas y queridas, puedan ellas también cuidar y amar a sus pequeños desde el primer momento de su concepción.
Padre, dales a cada una de ellas la valentía de llevar a término su gestación a pesar de todos los problemas y dificultades. También te pedimos por la conversión de todos aquellos que directa o indirectamente atentan contra la vida de estos inocentes.Mira a todos con amor a través de los méritos de la preciosa Sangre de Cristo. Amén.
En cada una de 9 las cuentas:
Dirigente: Por la preciosa sangre de Cristo…
Todos: Ten misericordia de los niños en peligro de ser abortados.
Oración final:
Dulcísima Madre María, Tú, que con gran alegría acogiste en tu seno virginal al Niño Dios, te pedimos intercedas a Dios Padre para que cada madre del mundo acoja con amor el fruto concebido en sus entrañas.Aleja de ellas todo temor y angustia para que en ningún momento lleguen a plantearse el terrible crimen del aborto. Dales paz, dales luz, dales coraje,
Amén.